Mañana está casi aquí_ aquí mañana está casi.

 Atardecer a las ocho, caminando entero, proclive al frío,

se sacía un malestar, agobiador esmalte y mal pinta sobre tristeza.


Tender lágrimas. Una hora se acerca. Tender bajo sol mi noche, 

avasallantes nombres, arpas, paisajes muy antiguos y peste.

Atardecer con mansedumbre, siendo desde lejos

Tiempo el de todos, 

habita al inexistente portador en historias, pero ¡silencio!

oculta rostros.

Tras su noche, muchas edades se hospedan al recuerdo

de tiernos, queridos, espumosos días y lamentos.

A veces termina la media hora 

boquiabiertos, aún esperando devorar

insectos videntes, mariposas, pasado, abuelas 

muy lentas que ofrecen tuétano o más hondo._____El atardecer,

siempre despierto en angustia, es color rosa y nostalgia o pus. 

Quiero volver a otras avenidas, colores frágiles olvidados recuperar,

enternecerme de nuevo conociendo mi ombligo. 

Eso pienso, deriva volver a casa.

Eso siempre, pero

otro día voy atrás___o más hondo. En atardecer, 

también azul encuentro y el viento donde literas, cobijas, hormigas rojas

compruebo, siguen respirando.

Y digo ya adentro, tú en mí 

allá hay un monte

-¿te acuerdas?-

al cual ir a conocer importa, 

ver quemar, salpicar 

vidrios, ensuciar praderas, ir a pudrirnos


y platicar. 



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