Yo no puedo vivir en una finca; devuélvanme a mi casa.

Ubican en terrenos mi búsqueda;
imploran hojas secas contemplación de sereno.
Brota el pivote de enmedio, sostenemos leve su peso.
¿De cuál crece el nicho; la concha; el armario; los cajones; el ropero; la raíz?
"Es vivero y camino, un cielo creció de él" escucha máscara clara. Sostengo
máscara clara. Interesa mi patio de idea; interesa su azul y rosa beatitud ¿a dónde se esconde el viento? Tribu de mi idea sin germinar, haz tu ritual.
Sostengo la máscara, clásico bororo, vista al centro, sin mirar al centro,
crece sin punto, crece su vacío. Del vacío eterno se arma el tiempo.
La casa de mi tiempo son tristes ayeres; del eterno entristecerme descargo la longitud.
Pero, sin punto, ¿cómo caer al eterno tiempo y de nuevo un pivote germinar?
¿De cuál destierro heredo y labro esta finca? Mi corazón no es la finca.
¿A cuál morgue ha ido a parar mi vida? ¿Dónde reubicaron la casa?
Una máscara sostengo, dorada y azúrea cana, que un pino carece, cae.
Bueno; la finca ahora. Mis terrenos de búsqueda instantánea como hojas secas, ¿dónde
mi sueño tranquilo soñar?
Amarmolado teñido el sereno, mi corazón ahogado de aroma al jardín añora,
color azúreo, masa de galleta; ¿Crece mi sombra larga que al pasado cubre
de oscuridad? Esta tierra se pudre de añorar vieja masa, de sus laderas de otro color que no existe vestir, pero que existió madrugal bajo naranjo, bajo nopal. Ese olor de la tierra es de mi casa.
La finca derrama otra luz, se quebra vertical que se eleba o cae; ya no horizontal, narrada y bien pensada. La finca no tiene mis secretos; yo tampoco los suyos. ¿Cómo soñarte,
oh, morada gastada sin castañas del pino muerto? ¿Cómo amarte sin
pasado que su luz haga encender de palabras.
Una cierta escaza luz quebrada fulmina esa oscuridad de palabras,
las señala del viento en virutas de fácil carmín plateado, grafo apuntalado
cae al armario
derrama su hueco. Vuelvo a la casa. No; esta es la finca.
Esa cierta escaza luz quebrada, en la cual me ahogo.
El corazón de su centro, de mi casa, guarda un pasado más largo que mi propia sombra;
cubre su pasado del aroma matutino a olla, a engrudo, a miedo
a la casa;
¿dónde reubicaron, oh, sin mi permiso, la vieja casa? Quiero vivir en patio de idea.
Yo sólo tengo esta finca.


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