Estatua de islas

Una espalda blanca huye de la idea,
se entrega al abismo que en isla sin ríos crece;
enmudeciendo de figuras entre su meditación tardía.
Dentro del sueño, una espalda blanca, estatua de porcelana adormecida,
a inmediaciones del último río dónde salpica la cordillera,
su vid de tierra morena imagina, sobre el estanque opalescente.


Isla de los muertos, 1880

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