Morir es para otrxs
A Tokkyo
Viaja humilde, con propósito, el destello.
Por favor toma de mi espina el sollozo
de la experiencia. Yo apuntalo el sitio para amonestar
el hueso. Sé que, sonora, me acuerdo de ti.
Cena guisos de palabras viviendo contra
la desesperanza,
con amigas en el festejo de las ciencias_pasiones_freídas_en_paz.
Pienso, ten en cuenta dónde acaba el golpe de los días.
Asómbrate del mal, pásmate dormida, viene paz en la carencia.
Se feliz dentro, fiel al ombligo, mecida por otras luces
con que, el abrazo sincero, poco a poco va destruyendo la casa
de la infancia, que vuelve media noche.
En ella, otro fragmento del universo es cometa, pulgar, vivienda, mancha antigua.
Y en ella, no existe en ti sólo uno. Y vives más el color del resplandor,
sueñas más hondo que el amarillo o que el lila.
Piedra de río,
en cada párpado abierto ocultas, si te duermes.
Yo sé qué abriga la noche ___ hermana de luna,
el té es un palacio denso,
vicario. Relega, yo creo, su fina luz, con amor sincero,
a todos los llantos, por fin dormir.
Morir es para otrxs,
otrxs otrxs
pero yo conozco
el apacible recuerdo de tus ojos, y veo en ellos
la tormenta, miradas,
llantas para cruzar a Guatemala.
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