Obras póstumas publicadas en vida
A Robert Musil
"Prosa temprana" escribieron en CONACULTA, una mañana,
cuando la becaria decidió por el investigador
agregar en la gran lista de autores
a Robert Musil (ya con tiempo sin reeditar).
Para la obra, pidieron traducción y fue Alan Pillado
elegido por teléfono otra mañana, a muy temprana hora en que,
sin mirar,
circundaban dos pájaros durante la vida de esa nube
a resguardarse, pavorosos. Según lo causó su temor,
emprendieron el vuelo desde la habitación de Pillado,
enternecido y alegre,
y cuando, en derredor, volaron el edificio, como sonrisas
sus ojos al escuchar
el sereno
vaivén de cama,
o dos hombres de la mano
que se besan y cogen.
Alan entonces completa esa traducción, anocheciendo,
y por la tarde, muchas horas después te lee de nuevo, Musil.
Siempre un poco más, un minuto más allá,
en el futuro, te lee quien jamás
jamás jamás
jamás vio la luna con tus ojos. Y a veces
también te leen antiguos poemas sobre amar,
mientras vas leyendo sin conocer la borrasca
que es el cuerpo del texto,
y al mismo tiempo les reescribes en tu memoria
en tu imaginación, sin saberlo.
Existes sólo dentro de tu vida
y Alan dentro de la mía.
Entonces la nube recupera su cuerpo perdido,
allá cayendo sobre el estanque
al que hace sombra.
Jamás amar sin saberlo.
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